Catálogo

RELIEVES DEL RETABLO MAYOR

La Natividad
© J. Muñiz Petralanda  CC-BY-NC-ND

En 1743 el retablo mayor de la parroquia de Azogue se reformó para acomodar en un camarín a su titular, Nuestra Señora de Belén. Se decidió entonces reubicar en un nuevo retablo los quinces misterios del Rosario del antiguo altar gótico, prescindiéndose de sus “coronaciones” (los doseles que los protegían hasta entonces), aunque finalmente no se incorporó el de Pentecostés.
La transformación barroca modificaría notablemente las escenas, alteradas de nuevo a raíz de un robo en 1981, por lo que es difícil precisar su origen. La mayoría de ellas carece hoy de referencias al paisaje, habituales en el arte flamenco, pero aún se conservan en la Natividad, la Oración del Huerto, o en menor medida en la Asunción. La misma inspiración se aprecia en el relieve del Desvanecimiento de la Virgen, que estaría al pie de la Crucifixión. Domina la impresión de una factura llena de ingenuidad, no exenta de encanto, con composiciones abigarradas, a base de figuras expresivas, de corto canon.