Comparte este retablo el formato de los otros dos que se conservan en el Monasterio de San Antonio el Real: como ellos es de compartimento
único, de forma rectangular, y más alto que ancho, aunque en el relieve la anchura es mayor que la altura por la adición del dosel y el zócalo.
Muestra sin embargo algunas peculiaridades: el diseño de la tracería del zócalo difiere, presentando todos sus trazos idéntico grosor y basándose en cuatrilóbulos, con rosetas en el centro, enmarcados por motivos de trilóbulos de perfil triangular curvilíneo.
La concepción del dosel no difiere de la de los otros dos retablos: como ellos se desarrolla en un único plano, ofreciendo un frente recto y cuenta con el mismo número de tramos, siendo idéntico el diseño y la decoración.
Existe sin embargo otra diferencia, pues el relieve se enmarca por una moldura cóncava, donde se disponen varios motivos vegetales calados. Dispone de dos puertas que protegen el compartimento.