El Museo Arqueológico Nacional fue creado el 20 de marzo de 1867 mediante un decreto de la reina Isabel II con el fin de contar con una institución que hiciera posible la conservación, estudio y difusión de las piezas de carácter arqueológico, etnográfico o numismático que formaban parte de las colecciones reales.
Su primera sede estuvo en un palacio de la calle Embajadores que perteneció a Isabel de Braganza, mujer de Fernando VII, y se inauguró en 1871 por el Rey Amadeo I de Saboya.
Desde 1895 está instalado en el Palacio de Bibliotecas y Museos, un monumental edificio neoclásico de los arquitectos Francisco Jareño y Antonio Ruiz de Salces, que comparte con la Biblioteca Nacional. El Museo, ubicado en la fachada de la calle Serrano, ha sido remodelado entre los años 2008 y 2014.
Acreditan la riqueza de sus colecciones los más de tres centenares de piezas de escultura gótica integrados en sus fondos recogidos en un catálogo específico redactado por doña Angela Franco Mata.