Los temas desarrollados se centran en la Vida de la Virgen como Madre de Dios. El relato arranca con el pasaje de los Desposorios, en una composición atípica que no dispone a los contrayentes enfrentados, pues San José se traslada al segundo plano. El anuncio del Arcángel Gabriel da paso a los episodios de la Infancia de Jesús, centrados en torno a su Nacimiento y Adoración, por una pequeña corte de ángeles, mientras José, de nuevo, se dispone en un discreto emplazamiento.
Dos relieves más aluden a sendos reconocimientos de la divinidad del recién nacido: La Adoración de los Magos, en la que los Reyes le ofrecen sus regalos, y la Presentación en el templo, donde el anciano Simeón anunció el papel que habría de desempeñar como futuro Mesías.
Además, Layna Serrano menciona en su libro una talla de la Virgen, “compañera” de estos relieves, destruida en 1938 en un bombardeo que afectó al convento de Nuestra Señora de Belén y que sería la titular de la ermita de donde proceden.