Todas las escenas parecen formar parte de un ciclo de la Infancia de Cristo. La de la Natividad, sigue el modelo bajomedieval, con los padres en actitud de adorar al Niño, y varios personajes que asisten a la escena tras un pequeño muro.
El fragmento formaría parte de una Adoración de los Magos, a juzgar por el elegante personaje en pie y el jinete que aparece en segundo plano.
La tercera escena alude la Matanza de los Inocentes: Herodes está sentado en un trono a un lado, junto a sus consejeros y los soldados ejecutan sus órdenes ante la desesperación de las madres que tratan de salvar a sus hijos. En un segundo plano, el milagroso crecimiento de un campo de trigo que puso a salvo a la Sagrada Familia en su Huida a Egipto.
Completa el conjunto la Presentación en el Templo, de composición ordenada y simétrica; San José y la profetisa Ana están a la derecha, Simeón y Jesús al centro, y dos personajes masculinos en el lado izquierdo, resultando inusual la ausencia de María.