El análisis estilístico sugiere una intervención que debió de afectar particularmente a la parte inferior de la escena, como se aprecia en las manos de María, la expresión de su rostro o el tratamiento de su cabello. La de San José es una figura más expresiva, de cabello y barba ondulados, y con un peculiar tratamiento de los pliegues en su manga derecha, que parecen inspirados en otras obras escultóricas del patrimonio de la catedral.
Más fiel al estilo flamenco parece la parte superior, con personajes de canon corto, muy expresivos, y estructura ósea de cejas, pómulos y mandíbula resaltada, ojos grandes, nariz corta y algo respingona y boca entreabierta. Las manos son de dedos largos y finos. Sus indumentarias no se cubren con pliegues muy abundantes, pero estos tienden a enlazarse formando frunces profundos, de ángulos abiertos que alternan su orientación.
Destaca el naturalismo en el tratamiento de la fauna y la flora y el gusto por el detalle anecdótico.