RETABLO DE LA CORONACIÓN DE LA VIRGEN

HISTORIA 

Desconocemos el modo o el momento en que este retablo llegó hasta Errenteria, pues no se menciona en la documentación hasta 1750, lo que ha dado pie a diversas teorías.
La más antigua se hacía eco de una tradición oral que sugería que pudo ser donado por María de Lezo a la parroquia de esta villa gipuzkoana, de donde era natural su marido, médico en la corte inglesa, en la que ella misma ejercía como dama de Catalina de Aragón.
Recientemente, Périer d’Ieteren, ha advertido que la iconografía de los relieves principales y la interpretación de los conservados parcialmente corresponde a la temática difundida por la Orden de los Trinitarios, y pudo estar destinado en origen a un convento de esta congregación o de los agustinos; tal vez el Convento de la Trinidad de Errenteria.
Finalmente, tampoco puede descartarse que algún comerciante local lo adquiriese en Flandes, práctica contrastada en otros casos, con destino a la parroquia, con cuya advocación se corresponde el relieve central.