RETABLO DE LA INFANCIA DE CRISTO

ENTORNO 

La parroquia de San Nicolás es un templo de tres naves y otros tantos tramos, con ábside central poligonal y remate recto en las naves laterales, correspondiendo el tramo de la epístola a la sacristía, espacio donde se conserva el tríptico flamenco. El edificio posee un crucero levemente destacado en planta y se cubre con bóvedas de crucería apoyadas en sobrios pilares cruciformes.
Iniciada a finales del siglo XV por la cabecera, donde existe un sepulcro tardogótico, la iglesia se construyó en lo fundamental a lo largo del XVI, datando de mediados de esta centuria su retablo mayor, renacentista, realizado por el artista cántabro Pedro de Colindres. Otro cantero de la misma procedencia, Francisco del Pontón, llevó a cabo la edificación de la recia torre, de estilo clasicista, finalizada en 1697, con la que se ponía fin a su historia constructiva. Aunque conserva interesantes esculturas románicas, éstas proceden al parecer de un monasterio desaparecido que existió en la villa.