RETABLO DE LA INFANCIA DE CRISTO

ESTILO 

Las tallas de este tríptico se distinguen por poseer un canon muy esbelto, algo desproporcionado incluso en la talla de San José, y por sus actitudes reposadas y estáticas, que se enfatizan por el tratamiento de los pliegues de las telas, largos y poco quebrados, tan sólo al entrar en contacto con el suelo, como en la Virgen de la Natividad. Únicamente el ángel en vuelo situado a la derecha del episodio central muestra un plegado más complejo. Compositivamente se tiende a amontonar los personajes.
En sus rostros, no demasiado expresivos, predominan los ojos ovalados, ligeramente rasgados, en combinación con narices cortas y de base ancha. Por lo que respecta al cabello, la fórmula más usual es la de mechones largos y lacios, particularmente en las barbas, si bien se combina con melenas cubiertas de rizos, de escaso vuelo en algunos pastores, y de mayor volumen en las figuras de los ángeles. Rasgo característico son las manos, de notables dimensiones y factura no muy delicada.