El retablo se dedica a episodios significativos de la Infancia de Jesús: en el compartimento central una Natividad-Adoración, situada en una gruta, en la que participan María, San José y seis ángeles, cuidadosamente ordenados en el margen derecho de la composición. Al lado opuesto se ubican siete pastores, algunos de los cuales hacen sonar sus instrumentos, mientras otro parece atento al anuncio del ángel que sobrevuela la cueva, y otros se dirigen ya hacia ésta. La parte superior se reserva para el encuentro de los numerosos jinetes de las comitivas de los tres Reyes Magos. En el ático el Padre Eterno, bendice con la bola del mundo, entre dos ángeles.
En el postigo izquierdo la Anunciación de la Virgen, arrodillada ante su reclinatorio, volviéndose hacia el arcángel Gabriel, bajo la mirada del Padre Eterno en gesto de bendición. En el derecho, se representa la Circuncisión, ante un nutrido grupo de testigos distribuidos en torno al altar y San José, en actitud orante.