La Virgen, titular de la Parroquia de origen, es la protagonista de las tres escenas del retablo. El relato se inicia con la escena de los Desposorios, perteneciente a su propio ciclo, en el que María y José conforme a la fórmula más habitual se disponen uno a cada lado con el sacerdote entre ambos, acompañados de tres testigos.
La Natividad de Cristo, como alusión al papel de María como Madre del Salvador, ocupa la calle central y sigue la versión bajomedieval en la que los padres se arrodillan bajo la cubierta del establo para adorar al recién nacido, que reposa sobre el manto de la Virgen. Completan el grupo tres ángeles y una joven con turbante, una de las parteras de los apócrifos, junto al buey y la mula. Al fondo, un pastor y su rebaño representan el pasaje del anuncio del ángel.
La narración se cierra con el relieve de la Circuncisión, donde los personajes se distribuyen de forma simétrica: María y Simeón en primer plano y José y la profetisa Ana al fondo.