Las escenas se componen de relieves compactos, trabajados en un solo bloque de madera en el que los personajes se agrupan escalonados en dos planos sucesivos. Destaca la Natividad ambientada en un paisaje rocoso de líneas ascendentes donde se incorporan algunas edificaciones y un rebaño con su pastor.
Las figuras poseen un canon corto, y muestran actitudes reposadas y elegantes. Se cubren con indumentarias recogidas en pliegues duros, de notable profundidad y aristas embotadas, que se concentran en torno a la cintura, codos y en la base de las imágenes. Cubren sus cabezas con vistosos tocados, como los alharemes de algunas mujeres.
Caracterizan a los personajes sus rostros redondeados, de expresividad contenida, en los que destacan las prominentes narices, de perfil recto y agradable, los ojos entornados, labios gruesos y mentones sobresalientes, rasgos enmarcados por cabellos apenas rehundidos, que en el caso de algunos hombres agrupan voluminosos mechones junto a las sienes.