Cristóbal García del Castillo fue un mercader natural de Moguer (Huelva) que participó junto a su padre Hernán García del Castillo en la conquista de las Islas Canarias, siendo recompensado con numerosas tierras en la zona de Telde. Allí se dedicó al cultivo de la caña de azúcar y a su comercio con la península y Amberes.
Actuó como mayordomo de las obras de renovación de la iglesia de San Juan Bautista de Telde, financiando la construcción de la capilla mayor y la del evangelio. Donó igualmente diversos bienes según se aprecia en su testamento (14 de enero de 1539), en el que se alude a un retablo “el qual está en la dicha Iglesia de Señor San Juan, el qual me truxeron de Flandes, que al presente está en el Altar mayor, que yo lo hize traer en vida de mi primera mujer Marina Rodríguez, é de mi madre, é en vida de las susodichas lo di a la dicha Iglesia”, lo que sitúa la donación antes de 1515, año en el que falleció su primera esposa.