El retablo brabanzón fue repolicromado una vez insertado en el retablo barroco (s. XVIII) y presenta la misma policromía que éste, dejando ver apenas algunos pequeños fragmentos originales, en los que se aprecia:
- Preparación blanca y bol fino naranja claro, con marcas de reserva incisas para el dorado.
- Dorado probablemente bruñido, con punzonado e inscripción en blanco realizada con pincel en una túnica.
- Tonos de encarnación más matizados y brillantes que los de la repolicromía.
- Cabello dorado para la Virgen.
- Bóvedas en azurita.
- Ventanales imitando vidrieras.
- Fragmentos de imitación de embaldosado en el pavimento.
- Negro en la base de la caja, como solía ser habitual, y en el calzado de ciertos personajes.
En general, la repolicromía replica los tonos originales, salvo en las partes con imitación de mármoles rojos y azules.