El 19 de febrero de 1538 Juan Fernández de Ventosa y su mujer María de Bazán instituyeron una capellanía para el servicio del culto de la capilla de los Reyes, que ellos mismos fundaron en la colegiata de Santa María la Redonda de Logroño. Da cuenta de su acomodada posición, además del hecho de que impulsaran la obra de esta capilla, su inclusión entre los vecinos de Logroño más favorecidos en el cobro de las cantidades recaudadas por las alcabalas, impuestos reales establecidos sobre el comercio, de las que percibían 50.000 maravedís.
La fecha indicada sobre el propio retablo (1554) confirmaría que para esta fecha la capilla ya estaba en uso. Su definitiva conclusión no tendría lugar hasta 1579, como indica la cartela que figura sobre la reja, que fue encargada en 1566 por Diego Bazán en nombre de sus herederas, pues para esas fechas ya habían fallecido los fundadores.