RETABLO DEL DULCE NOMBRE DE JESÚS

ESTILO 

El retablo presenta características muy diferentes en cuanto al estilo de sus relieves y su estructura arquitectónica. Los primeros se realizan de forma tradicional, con figuras menudas agrupadas en tres planos sucesivos, el más próximo desaparecido en todas las escenas. Los personajes se caracterizan por la escasa definición de sus fisonomías, apenas esbozadas, más por su revestimiento policromo que por los volúmenes de la talla, tal como sucede con el tratamiento de cabellos o barbas. El plegado de los paños es también exiguo y falto de carácter, predominando cierto estatismo en las composiciones y un aire ingenuo, extensivo a las modestas referencias espaciales.
La arquitectura y su decoración, por el contrario, revelan un apurado y vanguardista conocimiento del repertorio renacentista propio de la escuela de Fontainebleau, que incluye el uso de termes, máscaras, telas colgantes, cartelas correiformes y grutescos, inspirado en la obra de Cornelis Floris y Cornelis Bos.