La iglesia de la Asunción de Nuestra Señora comenzaría a levantarse en el siglo XIII, sustituyendo a un monasterio dedicado a San Martín, que dataría del siglo X y ya contaba con un modesto templo dedicado a la Virgen de Belén.
El proyecto debió de experimentar un avance notable en 1248 a raíz de la concesión de ciertos privilegios por parte de Fernando III el Santo tras la conquista de Sevilla. En aquel momento se debió de decidir la duplicación de la nave mayor, lo que derivó en una planta singular de cuatro naves, las dos centrales rematadas en ábsides poligonales, siguiendo un estilo gótico clásico. La portada meridional data del siglo XIV, y desde fines del siglo XV y en el XVI se construyeron varias capillas particulares, abiertas en su mayoría a la nave del evangelio, salvo la de la Concepción, patrocinada por los Escalante, que remata la de la epístola.
A la época barroca corresponde el remate de su campanario y la amplia sacristía que data de mediados del siglo XVIII.