Las esculturas de Castillonuevo representan un desafío para su catalogación pues a juzgar por algunos detalles de la indumentaria (larga escarcela de la armadura, zapatos anchos de punta redondeada, escote amplio de la santa sin atributos) se sitúan a comienzos del siglo XVI. En aquella época estaban activos tanto los talleres de Bruselas como los de Amberes, intuyéndose cierta influencia del primero sobre este.
De hecho, aunque en otra ocasión los situábamos entre la producción de Bruselas, actualmente percibimos también alguna semejanza con el foco de Amberes. Sólo un estudio en profundidad a realizar con ocasión de una deseable restauración podría contribuir a despejar las dudas sobre su procedencia.
El grupo de San Martin partiendo la capa, aunque es de la misma época que los otros relieves del retablo mayor, parece realizado por una mano distinta, y acaso sea obra de un taller local.